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¿se animaría a leer literatura erótica en el bus?

EROTISMO EN HORAS DE TRÁFICO

Anécdotas de un lector

"Tenga presente que, por las mañanas, también viajan escolares y menores de edad"

Arturo Valverde

Publicado: 2013-10-02

A diario, muchos pasajeros que viajan en medios de transportes públicos son sometidos a escuchar canciones de contenido sexual. El erotismo entra por nuestros oídos desde muy temprano al son de un reggaeton caliente, muy habitual, al tiempo que nuestros cuerpos se "apegan" a otros pasajeros, durante las largas horas de tráfico en Lima. Sin embargo, ¿cuántas personas estarían dispuestas a aprovechar ese tiempo para leer literatura erótica?

Si usted es uno de los miles de pasajeros que viajan al ritmo de "látigo, latigo" o "soy soltera y hago lo que quiero", mientras el bus permanece estático, le sugiero que aproveche el tiempo para leer algunas novelas de corte erótico. ¿Se animaría?

Si no tiene verguenza y acepta el reto, sabrá que lo primero que suscitará es la curiosa reacción de otros pasajeros, cuando usted trae a la luz, el libro en cuestión y salta a relucir la imagen sugerente de la portada -cuerpos desnudos en claroscuro- con el título en grande: "La historia de O", "Azótame (20 relatos eróticos)", "Perla", "Fanny Hill", "El Amante de Lady Chatterley", "Lolita", entre otros.

En ese momento, la mirada curiosa de la persona que viaja a su lado, salta sobre las páginas del libro. Natural.

El semáforo cambia a luz verde y el bus avanza apenas un trecho. Los pasajeros que viajan parados, lo observan con la misma curiosidad. Sus cuerpos se mueven de lado a lado.

Mientras pasan los minutos y usted ha logrado adentrarse en la trama de la obra, le sugiero que levante la mirada por un momento y notará que incluso las personas que viajan sentadas en la fila del lado, voltean rápidamente la cabeza, porque no desean que usted sepa, que los demás sepan, que tienen curiosidad por leer lo mismo que usted. O quizás lo miran porque ver a una persona leyendo, en horas de tráfico, es un hecho peculiar y hasta causa en algunos, cierta admiración.

Leer literatura erótica puede abrir su mente a nuevas fantasías sexuales; relajarlo de una larga jornada de trabajo; aumenta su imaginación erótica; puede aprender nuevos juegos eróticos; elimina ciertos tabúes; y además, podría descubrir otras formas de estimular más a su pareja, y encender la pasión entre ustedes.

Por tanto, si le molesta el tráfico, el ruido de la calle, el pito del policía de tránsito y los gritos del "jalador", leer un libro de corte erótico podría extraerlo por algunos momentos, llevándolo a un jardín de delicias.

IMPORTANTE

- Si le gusta leer, cualquiera sea el género literario, hágalo con toda libertad.

- No le digo que saque un libro de fotografías con sexo explícito y se lo enrostre a los demás. Sea mesurado y no extremista.

- No sea obsceno.

- Recuerde, además, que por las mañanas también viajan muchos escolares y menores de edad.

Pero si encuentra el momento perfecto, tal vez en horas de la noche; o el bus avanza vacío, encontrará cierto relax en el acto de leer, y su viaje será más placentero.


Escrito por

Arturo Valverde

Escritor y periodista


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