La economía es el reflejo de tu preparación intelectual. Es como decir que una persona con mayores capacidades podrá hacer frente a su realidad y autogestionar sus propios recursos económicos. Comencé a pensar en una revolución intelectual.

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                                                        I                                                        

Hablaba de esto en Madrid hace ocho años atrás cuando participé en un seminario sobre gobernabilidad. Como suele suceder, mis compatriotas dijeron que hablar de revolución intelectual -intelectual, ese era el problema; les sonaba mal- era una idea elitista. Decía además, que esta preparación intelectual empezaba por una tarea sencilla: leer. ¿Se imaginan si los peruanos leyeran más? ¿Se imaginan el ingenio peruano sumado a una buena preparación intelectual?

Regresé a Lima algo decepcionado. Reza el dicho: "nadie es profeta en su tierra", y digo esto porque al volver, encontré un libro de Pío Baroja, titulado, "Divagaciones apasionadas". En este, el autor señala que cuando hablaba de elevar el nivel intelectual en su país, en su tiempo, la idea fue catalogada como elitista. "Intelectual", seguía siendo el problema.

Cuando el Colectivo Promovamos la lectura en las combis, recorrió el jirón de la Unión, extranjeros se acercaban a felicitar esta idea, que era replicada en sus países. Sin embargo, algunos compatriotas indicaban que esto era imposible. 

                                                            II

Si la economía es la ciencia social que busca administrar de la mejor forma los recursos que se consideran escasos, me pregunto: ¿Leer no sería una buena inversión?

Ahora que José ha reencarnado, y nos augura tiempos de vacas flacas, acaso no sería una inversión motivar a que los peruanos aprovechemos al máximo el tiempo, para leer.

"El Banco Central de Reserva (BCR) indicó el pasado fin de semana que las expectativas de crecimiento del PBI han bajado  entre 5.7% y 6% para el 2013", señala una nota publicada en Peru21.

No soy analista económico, leí una vez un libro de Samuelson y eso es todo. Solo entiendo que una persona capaz crea sus propias oportunidades.

                                                           III

"El impacto que puede tener el impulso de la lectura en una sociedad va más allá, Faraón", diría José. Si los integrantes de una sociedad leyeran más, acaso no se entenderían mejor los unos a los otros. ¿Acaso no encontrarían soluciones para problemas comunes?

"Dios ha hablado... deberá guardar una quinta parte de toda la cosecha que se recoja en los siete años de abundancia para poder consumirla en los años de escasez y no muera la gente de hambre durante ese tiempo”, dijo José al Faraón.

Sin embargo, resulta, que también debemos enseñarles a ahorrar. Así, por ejemplo, debemos crear fondos para que los Gobiernos Regionales puedan ahorrar sus recursos excedentes. ¿Dónde estás, José?

                                                         IV
El Colectivo Promovamos la lectura en las combis, que impulsa la lectura en espacios públicos y medios de transporte, señala que leer en horas de tráfico es aprovechar el tiempo en algo productivo. Esto es economía.

¿Un estudiante será un gran profesional sólo por el título que entrega una universidad? No. La lectura, como decía el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, es el combustible para la imaginación.

Según el Colegio de Ingenieros del Perú, un limeño se pasa hasta un cuarto de su vida viajando en combis y buses.

"Si nuestro pueblo leyera más estaría mejor preparado para afrontar cualquier crisis", diría José, en el futuro testamento.
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Practiquemos esta economía en nuestros hogares, impulsando la lectura en nuestros hijos y estoy seguro que ellos estarán cada vez más capacitados para hacer frente a su realidad.

Economía también es poner al Perú a leer.